Una experiencia nueva en el C.R.I.E.C
El Criec ha sido una experiencia nueva para mi, ya que nunca había estado separado de mis padres tantos días; pero ha sido bueno porque he conocido mucha gente y ha sido muy divertido.
El día que mejor lo pasé fue cuando fuimos a Valeria porque hicimos cosas muy divertidas como: la gimkana, tiro con arco, montar en bicicleta y para rematar, la piscina.
Otro día estuvimos en Cuenca, viendo el museo de arte Abstracto y paseando por las calles.
El resto de los días que no salíamos de viaje, nos quedábamos en el centro realizando actividades como el taller de paloteo o el taller de inglés; también hicimos camisetas.
Por las noches cenábamos sobre las 20:30, después subíamos a la habitación a lavarnos los dientes y nos contaban un cuento. Luego en la cama hablábamos con nuestros compañeros de habitación, menos una noche que hicimos un teatro negro donde todos íbamos vestidos de negro.
Otra noche después de cenar vimos una película.
Y la última noche fuimos a la discoteca, donde me lo pase muy bien.
Una cosa que aprendí, fue a hacer la cama. Me costó bastante aprender, pero, al final, no me salía muy mal.
Lo que menos me gustó de todos estos días fueron las comidas. Algunos días eran buenas, pero otros, como el día que comimos puré de calabacín ¨casi me muero¨. Yo, en mi casa, esa comida nunca la como y no me parece bien que nos obligaran a comerla.
Espero que el año que viene cambie el menú.
Iker Palomares 5º A
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